CUIDADO QUE VIENE EL BUTE

No es posible que en pleno siglo XXI se siga creyendo en esta leyenda, en este malvado ser. Pero es triste comprobar que sí ocurre.
Llevamos ya años escuchando cómo nos dicen una y otra vez ``cuidado que viene el bute, que viene la derecha´´. La más reciente ocasión se ha dado en boca de don Tejada, un ser malvado y amargado que se ha ahogado en su propia incompetencia.
Hasta la historia más recientemente escrita procura la existencia de este ser maligno cambiando hechos, intenciones, datos varios, tonalidades, etc. siempre procurando que se entienda y se asimile que la izquierda es buena y la derecha el diablo. Y esto dicho por quienes por principio se suponen ateos, no creyentes y anticatólicos. Aprovechando las mentes vacías y faltas de toda razón siembran sus principios antiguos, arcaicos, desfasados, en la cabeza de los descabezados que hoy siguen creyendo en la mitología, no griega, sino comunista/ socialista.
El problema nacional que hoy más nos acucia es el paro. Pero si observáis aquí no pasa nada, nadie se mueve contra la dirección que este gobierno nos marca y que supondrá, si no lo supone ya, nuestra más mísera ruina. Traslademos este problema a las comunidades autónomas y a las provincias y municipios. Ni que decir en qué ha degenerado el afamado movimiento 15M que actualmente sólo es un conjunto de cucamonas que no tienen educación y que son antisistemas por sistema.
Los gestores de nuestra administración brillan por su ausencia en todos los ámbitos y con el dinero que otros acumularon en tiempos de bonanza y gestión efectiva y eficiente les ha sido fácil malgastar y derrochar. Bien es sabido que a quien nada le cuesta algo poco aprecio le hace.
Hemos sufrido en esta ciudad maravillosa una izquierda abominable que no ha hecho sino manipular a través de sus inventos, como la participación ciudadana, y  defender su gestión con ataques incontrolados y desmesurados contra quienes les advertían una y otra vez de su mal trabajo. La paricipación ciudadana es sana, sí, pero siempre y cuando se mantenga en la linea y en los límites que legalmente se le aplican.
Las palabras que dos individuos de escasa educación y con poca dignidad hicieron en el pleno de investidura dieron lugar a las risas y la indignación de quienes seguían el acto:
Un tal Durán, habló de connivencia con otras administraiones cuando son las otras administraciones (de su color) las que han pisoteado el avance de nuestra ciudad desde hace años.
También se permitió hablar de empleo, siendo este personaje miembro relevante de quienes nos sumergen a pasos agigantados en la miseria.
Otro cacique habló pidiendo un respeto que su grupo y él a la cabeza nunca dieron. También quiso asignarse triunfos de gestión y de infraestructuras que no supieron hacer. Señor exgerente de Urbanismo, le aconsejo porque es gratis, que coja usted uno de esos maravillosos aviones que salen de ese aeropuerto de primera al que se refería y vaya usted a recoger la miseria que para el Centro de Congresos le brindó la administración regional. No hay nada peor que el necio haciendo gala y sacando pecho de su incompetencia y de su mala fe e ignorancia.
Sí se puede considerar como discurso de pleno de constitución el dado por el señor portavoz de UCOR y hay que reconocerlo aunque no se pertenezca a su equipo.
Lo que sí queda claro es que con la clase se nace y no se hace y de esta manera nos lo demostró Jose Antonio Nieto, con riqueza de lenguaje y fina soltura fruto de la sinceridad y la honradez con la que ha trabajado en la oposición durante cuatro años y con la que afronta el gobierno venidero bien madurado.
Una breve referencia: señorona Ana Morales: ni sus indignados a sueldo ni la cámara que usó para grabar su agravio a la democracia de este país pudieron menoscabar la dignidad de la corporación municipal que a partir de ahora tendrá la oportunidad de demostrar día a día la incompetencia de la que usted ha hecho gala así como la falta de dignidad y de educación de la que presume. Parece que se ha criado usted entre balichones más que entre humanos y ciudadanos. Pero de todo hay en el mundo.