De entrada, la denominación de ``parcelista´´ resulta a todas luces inapropiada pues se ha utilizado tanto de manera incriminatoria y despectiva que definitivamente lo más correcto es la denominación ``propietario de una parcela de terreno´´. A quien posee un piso no lo llamamos pisista ni a quien tiene una casa, casista.
La realidad es abrumadora. El político hasta ahora, el que ha estado tanto tiempo en el poder, IU-PSOE, no ha bajado a respirar el aire que respiran estos ciudadanos, de primera y no de segunda. Ha tratado el fenómeno del parcelismo como algo molesto o de interés propio según las expectativas con que lo contemplara y sobre lo que ha sido mejor mirar, según conviniera, hacia otro lado. De hecho, la Junta de Andalucía, desde hace más de treinta años en manos del PSOE, ha sido la administración que más ha errado al respecto. Su LOUA no ha servido para el propósito que se pretendía conseguir, parar la construcción ``ilegal´´. Su falta de medida del fenómeno que nos ocupa ha ocasionado graves daños a los vecinos y a las arcas. A veces ha bastado el simple capricho de una exministra de cultura en funciones en su momento en la Junta de Andalucía, la señora Calvo Poyato, para dejar fuera de juego a muchas familias que estaban regularizando su situación. Por ejemplo, las parcelas del entorno de Medina Azahara, construidas en otro tiempo con la condescendencia del Ayuntamiento.
Vivimos en un país de los que más terreno libre para construcción tiene pero en el que, por capricho de algunos políticos, está prohibido construir en él. Está prohibida la construcción salvo que interese a la administración edificar en un lugar concreto con lo que se facilita dicha acción o, en tiempos recientes y en zonas concretas, bajo la sospecha de la corrupción.
Dejando de divagar, centrémonos en el fenómeno del parcelismo.
Al propietario de una parcela y promotor de su vivienda se le tilda continuamente de delincuente, se le acusa de aprovecharse de lo que pagan los residentes ``legales´´ de una ciudad, se les echa en cara el no pagar impuestos por la propiedad y su disfrute, etc. Y NADA SE DICE BUENO. Y NADA ES VERDAD.
La realidad es bien distinta: Un vecino X llegó a una inmobiliaria LEGAL, y compró un terreno siguiendo los trámites LEGALES. Todo esto le costó dinero que consiguió trabajando LEGALMENTE y finalmente, confundido por la información que desde el Ayuntamiento y sectores afines se le daba, edificó una vivienda digna para su familia.
Otro vecino llegó y solicitó un piso de VIMCORSA que le fue concedido con toda clase de beneficios y en una zona privilegiada, por ejemplo la zona de Noreña. Este vecino tiene cochera y también cuarto trastero. Pero también resulta que otro vecino suyo, con familia y con dificultades económicas, no tuvo la SUERTE de ser agraciado con un piso de esta categoría. Como mucho, le podrán ofrecer uno en alquiler, generalmente en una zona deprimida, en la que ni siquiera la policía es capaz de poner orden.
Se me olvida que también hay quien con muchos posibles en su cuenta consigue, a su manera, que se le conceda un piso , en buena zona por supuesto, pero a nombre de algún hijo o similar sin ingresos. Finalmente, este vecino alquila el inmueble protegido porque él no va a abandonar su vivienda en zona residencial.
También nos acordaremos por supuesto del currito que compra su piso de primera o segunda mano, protegido o no, sometido a la extorsión del mercado, lo arregla como puede y comienza a habitarlo sufragando todos los gastos que ocasiona.
A pesar de ser distintas formas de adquirir una propiedad o de disfrutar de una vivienda todas han compartido en su mayoría una serie de trámites legales que TAMBIEN CUESTAN DINERO como contratos de compraventa, gastos de notaría, escrituras, multas, hipotecas, etc. Estos trámites son comunes incluso a los propietarios de parcelas. Sí, a los propietarios de parcelas también porque ellos también pagan muchos gastos e impuestos diversos.
La mayoría de estos propietarios adquirieron su parcela con documentación válida legalmente pues o bien se hizo una escritura de la propiedad o bien se hizo un contrato pasando a formar parte de una propiedad indivisa. Ambos trámites conllevan un elevado coste para el comprador.
Actualmente se llevan pagando ya desde hace unos años recibos de IBI, con valoraciones de la propiedad y porcentaje recaudatorio asimilado sino igual a lo que le corresponde a una propiedad en pleno centro de Córdoba. Se realizó por parte del CATASTRO una revisión catastral que culminó con el envío a los afectados propietarios de parcelas de recibos en los que se les exigía el pago de hasta cuatro años de retroactividad en el impuesto más el corriente. Lo recaudado en este trámite supuso una buena cantidad a ingresar en las arcas. Lo malo de todo es que a pesar de pagar un IBI de primera no hay contraprestación a cambio para estos ciudadano.
Las parcelaciones que cuentan son servicios básicos, costearon la instalación de los mismos en su día. En el momento en el que se legalicen las viviendas con los respectivos planes de sectorización estas infraestructuras habrán de ser en su mayoría reinstaladas para adecuarlas a la normativa vigente del momento. Y todo el coste de las dos dotaciones corre a cargo del bolsillo de los propietarios y NO DEL CONTRIBUYENTE QUE NO ES PROPIETARIO.
Nadie habla nunca de lo recaudado y lo que está por recaudar en concepto de multas por la construcción de viviendas. Ese dinero no revierte a dia de hoy en las parcelaciones pero sí allí donde decide el Ayuntamiento que se ha de emplear. Con esto demostramos que son los propietarios de parcelas los que sufragan gastos del resto de los cordobeses. Pidan que les calculen y les digan públicamente cuánto se ha recaudado por este concepto, cuánto se espera recaudar y dónde ha sido empleado este dinero por los dirigentes de IU -PSOE.
Los coches que llegan a las parcelas, al circular, pagan impuestos de circulación como los de cualquier cordobés, precisando comunmente más de un vehículo por vivienda, al ser la única manera de desplazarse desde los domicilios situados en las afueras y sin asistencia de un transporte público efectivo. Y, sin embargo, las vias de acceso a las parcelas no las acondiciona el Ayuntamiento sino que lo costean los propietarios de las parcelas. Las vías de acceso es otra de las partidas de infraestructuras que tendremos que sufragar por partida doble cuando se afronten las legalizaciones.
También hemos de considerar que las parcelas son un nido de trabajo. Se necesita en muchas ocasiones personal de mantenimiento, jardineros, compras de material continuada, etc. Eso sin contar con que cuando permitan la construcción este sector de la economía en Córdoba se verá afectado muy positivamente por la edificación ya LEGAL en las parcelaciones.
Por estas y por otras muchas razones es por lo que se debe dejar de demonizar a los propietarios de parcelas, si bien es un fenómeno que requiere de control, ese que nunca se ha hecho de manera efectiva.
Por esta razón ahora el nuevo gobierno municipal entrante conocedor, gracias a la labor de calle realizada, de la importancia y dimensión de esta situación pretende ordenar los procesos de legalización ofreciendo la información adecuada para llevar a buen puerto las gestiones de regularización. La diferencia primordial va a estar en que el anterior cogobierno no dejó claras las cuestiones a los afectados, jugó a la confusión, envió equipo redactor incompetente, y creó desconfianza entre los propietarios. Ahora toca al gobierno actual, que ya está trabajando en ello, devolver esa confianza perdida en los procesos de regularización y tratar de enderezar el camino malogrado por sus antecesores.
MUCHO TRABAJO PERO CON GANAS DE HACERLO BIEN